5.01.2013

Amaba a la vida

Amaba a la vida, la amaba tanto, que quería vivirla correctamente.
Sabía que la vida era corta como para preocuparse o sufrir; 
sin embargo no podía evitarlo y a menudo se derrumbaba en llanto.

Y es que, realmente amaba a la vida, que sabía que tenía que aprovecharla.
Sabía que tenía que hacer cosas que la complacieran a sí misma;
sin embargo, no lo hacía y a menudo se derrumbaba en llanto.

Amaba a la vida, la amaba tanto, que un día no pudo más. 
Sabía que perdía, que rechazaba toda posibilidad de vivir;
sin embargo, tomó una navaja y se derrumbó por última vez en llanto.