La cosa es que vi una película anoche, The First Time, y va sobre creer que estás enamorado de alguien y cómo todos esos sentimientos terminan siendo un montón de ideas tontas y falsas cuando conoces a la persona correcta, ésa que llega sin buscarla, por casualidad, con la que te aventuras a tener la primera vez en absolutamente todo y por la que te vuelves loco o loca.
Como el chico protagonista es una dulzura y me identifiqué un poco con la prota femenina, no pude dejar de pensar en todo ese rollo. Comencé a preguntarme si solo he vivido enamorada de la idea que he creado de ciertos chicos, de todos esos muchachos que me han gustado, esos con los que me he clavado... He despertado sonriendo por ellos, observándolos desde lejos como una creepy y, ¿qué ha pasado? Nada. Absolutamente nada. ¿Por qué? Porque jamás me atreví a decirles hola, a preguntarles sus nombres o decirles que me gustaban. Nah, mi inseguridad no me dejó hacer eso.
Hace unos meses comenzó a gustarme este compañerito de trabajo y de verdad estaba loca por él; me gustaba hasta lo que me desesperaba de él, me gustaba lo que no me gustaba y entonces me daba de topes en la cabeza porque no lograba entender por qué me gustaba. Quiero decir, teníamos cosas en común, pero él no era precisamente el chico de mis fantasías. No, ni siquiera era tan guapo físicamente, pero su jodida personalidad era lo que me gustaba. Quizá estaba romantizando nuestras discusiones y diferencias. No lo sé. El punto es que a pesar de no entender por qué me gustaba, me gustaba y se lo dije, quizá no de la forma correcta, por whatsapp, y él simplemente contestó "ok". Lloré por un rato, pero al día siguiente traté de seguir viviendo mi vida, incluso lo saludé de nuevo como si nada hubiese pasado. ¿Qué debía hacer? No sé, no sé nada, pero me alegra haberlo hecho.
Resulta que dejó de ser compañero de trabajo, así que ahora solo lo veo ocasionalmente y eso hizo a que dejara de gustarme. Mientras tanto, me hice amiga de muchos otros chicos y chicas, disfruté (como pude) de la vida y continúe. Seguí fantaseando con encontrar al chico ideal, pero nada ocurrió. Quizá es que, entre más lo busco, menos lo encuentro.
Actualmente me gusta un chico de la universidad en la que trabajo. Y, como toda una stalkeadora profesional que soy, me di la tarea de averiguar su nombre. ¿Y por qué empezó a gustarme? Porque me saludaba cada vez que me encontraba con un increíble "Buenos días" y eso me ponía de muy buen humor. Tal vez creé la estúpida fantasía en mi mente de que yo le gustaba. Y poco a poco comencé a buscarlo en los pasillos y a desearle buenos días cuando lo veía. El otro día, me atreví a preguntarle su nombre y me presenté; le dije que mi nombre es Ana y él me dijo el suyo, nos dimos un apretón de manos y nos despedimos. Al día siguiente, por azares del destino (sí, la lluvia nos juntó como en una novela de young adult) nos topamos en el acceso de la universidad y charlamos un poco sobre cosas (la lluvia y las inundaciones). Y ahora, cada vez que lo veo, me saluda con un "Buenos días, Ana" y mierda, yo siento que floto con las nubes. Hnnnng, en fin, que ésa es mi ridícula vida romántica. Creo firmemente que no conozco a este chico, que si me siento enamorada es porque me he creado una idea bastante buena de él en mi cabecita de chorlito. ¿Pero cómo saber si de verdad podría gustarme si no lo conozco? No sé cómo hacer para conocerlo, en serio. Tampoco es como que estoy forzando las cosas y pidiendo consejos.
Solo soy la chica patética que inventa historias de amor en su cabeza todos los días. Y me sigo preguntando si algún día conoceré a una persona que de verdad me guste, una de esas que destruya todas las ideas preconcebidas y que vuelva realidad muchos de mis ideales (porque no voy a tomar la propuesta de cualquier chico que se me ponga en frente, eso sí); alguien que llegue de forma inesperada para quedarse.
Aparte, algunas personas me preguntan si tengo novio y cuando les digo que no, que nunca he tenido, y que tengo 24, me dicen: ¡¿Por qué? Si tú eres tan bonita! Eres una buena chica. ¡Pero ser bonita y buena no lo es todo, señores! También pienso y me defiendo, y creo que no parezco demasiado débil, y yo creo que les doy miedo a los chicos... Porque estoy gordita, pero no creo que esa sea una razón para no gustarle a la gente.
Quizá es que, después de todo, si estoy demasiado desesperada por vivir un poquito de romance y amor. No quiero morir sin haber experimentado eso, ay. *dramaqueen*