2.21.2018

Lista de gratitud | 21/02/2018 (sin ningún orden en particular)


1 Cuando te pones a cantar Love me like you do en el salón de clases y tus alumnos sueltan risillas traviesas 😂
2 Vi a un perro durmiendo con las patas traseras abiertas, pero no de espaldas, sino de abdomen abajo y se veía muuuuy gracioso
3 El libro que me envió Babelio en la primera colaboración con el blog y que está espectacular
4 Las cartas que Rebeca me envió y que me hicieron derretirme de amot y llorar mientras me atragantaba con unos dulces tradicionales chihuahuenses 😅
5 Mis alumnitos de Inglés Avanzado que siempre me hacen reír cañón con sus ocurrencias.


2.17.2018

melancolía; 5 cosas que recuerdo de una vida con Harry Potter

1 La noche en que vi, por primera vez, Harry Potter y la piedra filosofal
2 Yo, gritando, porque en CNN pasaban un reportaje sobre el primer tiraje de la última entrega de libros
3 Mi amiga, sosteniendo mi mano, mientras lloraba en el cine, mirando la última película
4 Leyendo los libros, una y otra vez
5 Faltando a clases para ver la transmisión en vivo de la premiere en Londres de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte. Y, por supuesto, llorando.

Aunque últimamente no esté de acuerdo con Rowling, sus decisiones y opiniones, nunca me cansaré de agradecerle por la vida que me dio.


2.12.2018

Soplar burbujas


Recuerdo que no me dejaban hacer burbujas dentro de la casa porque iba a manchar la alfombra. Ahora que soy mayor me doy cuenta que es la más grande estupidez porque la alfombra era oscura y una burburja es tan liviana que lo poco que tira de jabón no logra dejar una huella demasiado grande. ¿Entonces por qué no me dejaban ser feliz y soplar burbujas dentro de casa?


2.10.2018

A mi hermana, una carta no entregada

Mi querida hermanita:

Soy mejor expresándome con palabras escritas, así que por eso te escribo esta carta. Por favor, léela. Tu hijo está dando vueltas en una silla de rueditas, mientras yo estoy escribiendo esto. Amo a ese niño, tanto como te amo a ti y a las niñas. No creas, ni por un segundo, que después de todos estos años, dejé de amarte. Quizá dejé de hablar contigo, pero de quererte jamás.

Temo decirte esto, pero de todos modos lo haré. Amarte significa sufrimiento. Me duele verte sufrir. Y aunque no lo demuestre, me duele demasiado. Tengo un nudo gigantesco en la garganta porque lo que más quisiera es protegerte y cuidarte tanto como tú me quieres y me cuidaste a lo largo de los años. Porque sé que aún me quieres, aunque ya no hablemos ni nos abracemos ni nada. Sé que me quieres, a tu propia forma.

Y siendo honesta, quisiera llevarme muy bien contigo. Y platicar, pero últimamente siento que no tenemos cosas en común. Y también me da miedo hablar contigo porque sé que tenemos formas de pensar muy distintas y que probablemente lleguemos a chocar en cualquier tema. Pero esto no es demasiado extraño. No creas que no me molesto con mamá, papá, o mis demás hermanas. De hecho, a veces no sé cómo dirigirme a una de ellas porque puede estar de malas. Peleamos el 24 de diciembre. Y yo lloré enfrente de ella y ella pareció que no le importó nada. A veces mi mamá también se molesta conmigo, igual que papá y los demás. Así son las familias.

A veces las cosas cambian y está bien. A veces los lazos se deterioran, pero no significa que todo está perdido. Cada quien tiene sus propios problemas. Supongo que lo importante es lo que hacemos para seguir adelante.

No me voy a meter en tu vida. No puedo tomar decisiones por ti respecto a tu pareja.
Pero lo que puedo decirte es que mereces a alguien que te quiera, que te valore, que aprecie el hecho de que te levantes temprano para ir a trabajar, para pagar las cuentas, para pagar un terreno que se convertirá en una casa. Una persona que agradezca por la vida de sus hijos, porque fuiste una parte indispensable de eso.

Nunca dejes que nadie te diga que no vales, que no eres hermosa, que no tienes opción, que tú eres la culpable de todo. Porque no eres nada de eso. Y cuando digo nunca, sobre todo, no te permitas decirte a ti misma esas cosas.

ERES HERMOSA, SIEMPRE LO HAS SIDO Y SIEMPRE LO SERÁS.
Y nadie debería hacerte sentir como lo contrario. Nadie. 

Te querré siempre, incluso si no apruebo tus desiciones. 
Con amor, 
A.