Relato inspirado en la película “Everybody’s Fine”.
Tenía una especia de obsesión con el cielo: siempre que lo observaba se imaginaba volando alto, con él en contraste; siempre le tomaba fotos; siempre adoraba las nubes, fueran de esas sencillas embarradas o de aquellas algodonosas en las que podía saltar en onda en onda. Simplemente adoraba el cielo y esas maravillosas nubes… Así que cuando tomaba las fotos, quería que todo estuviese despejado y que no hubiese aviones, ni carteles, ni postes, ni cables… ¡Ah, malditos cables!
Refunfuñaba mucho por el cableado. “Esos malditos cables siempre se atraviesan y arruinan mis fotos”, pensaba. “Van de extremo a extremo, de casa en casa, de poste en poste…”. Entonces se percató de la importancia de los cables, pero sobre todo, de los que pertenecían a la compañía de teléfonos: “Cuántas malas noticias, buenas noticias habían transmitido. Cuánta alegría, cuanta tristeza y desamor había pasado por ellos”. ¿Qué había de las personas que habían trabajado para hacer esos cables? Y se preguntó a sí mismo: “¿Acaso no merecen ser incluidos dentro de las fotografías? ¿Dentro de mis fotografías? Yo los desecho en mis fotos. ¿Por qué? ¿Solo porque según las reglas de la fotografía no debe haber nada estorbando? ¿Solo porque según ‘no luce bien’?” Entonces tomó una fotografía de los cables. Ésta vez su fotografía no solo sería la de un cielo precioso, sino serían historias… miles de historias de personas: las que habían hecho los cables, las que se habían alimentado gracias a ello, las que recibían noticias, las que se mantenían comunicadas gracias a ellos. Todas merecían ser incluidas.
Que lindo! Es verdad eso de los cables, a mi tambien me parecia que estorbaban, pero tienes razon, estan llenas de historias :)
ResponderEliminarNo se me ocurrió pensarlo así; a mí también me molestaban los cables cuando le sacaba fotos al cielo. Pero guau, tenés razón...
ResponderEliminarLa decisión de incluir cualquier cosa cultural y no simplemente un retrato de la naturaleza...
ResponderEliminarEstá bueno el relato porque cualquier cosa (creada por el hombre) que "estorbe" tiene su historia hasta llegar ahí (y forma parte, a su manera, de la historia de la humanidad).