5.20.2012

A Charlie

Querido Charlie: 


Esta noche la realidad me golpea y las lágrimas resbalan por mis mejillas. Me doy golpes en el rostro y el pecho, hundo mis uñas en la piel blanda, muerdo mi lengua, mis nudillos y labios. Grito internamente y no puedo evitar temblar. Merezco más dolor, amigo. Merezco sufrir más de lo que ya sufro. 

De pronto me doy cuenta porqué no tengo amigos ni porqué jamás he sido feliz con las personas que me rodean. No soy una buena amiga. No he recibido lo que he pedido ni necesitado. Jamás he dado lo que he debido, lo que ellos han querido o necesitado. No soy una buena amiga. No soy nada. No soy todo lo que pienso en mi mente y la verdad es que, cuando me vaya, nadie me extrañará. No soy genial, no soy vivaracha, no soy parlanchina, no soy muy alegre. Siempre estoy deprimiéndome, siempre estoy hiriéndome y quejándome internamente del porqué esto me ocurre a mí. Soy egoísta. Pienso en mí, pienso en los demás y lo comparo con mi situación. Siempre pienso en mí. 

Y ahora estoy comenzando a ver las consecuencias de todo esto. 

Soy de esas que no dicen  "Hola" con mucha felicidad en la calle, ni de las que siempre está dispuesta a asistir a fiestas o reuniones, simples reuniones. Y poco a poco, me doy cuenta que ellos me olvidan. De pronto, ya no me hablan en las redes sociales. De pronto, ya no me invitan a las reuniones. De pronto, ya son desconocidos. Y si por suerte nos volvemos a encontrar, simplemente traemos de vuelta los muchos recuerdos y nos dedicamos una sonrisa, pero no más. 

Quiero recuperar a mis amigos y me pregunto, ¿en qué momento me volví así? Fue en el año 2008, en Noviembre, después de ver Crepúsculo con unas amigas. No sé porqué ni cómo, pero salí de aquella sala de cine con algo en el pecho. Y ese algo se ha ido, ha regresado, se ha quedado y vuelto a ir, me ha hecho sentir que tengo un equilibrio y después vuelve a recordarme que puede ir y venir como le plazca. Pero al menos los tenía a ellos, al menos podía contarles y recibir un abrazo de vez en cuando, pero ahora no puedo. Y quiero recuperarlos, pero no sé cómo.

Quiero decirles: hey, vamos por un helado, yo invito. Pero no, no puedo porque no tengo dinero y porque me he vuelto una persona que se siente cómoda en casa, usando faldas cortas y teniendo una "vida" frente al ordenador. Y me pongo celosa cuando descubro que ellos se han reunido y no me han invitado, pero sé que yo soy la única culpable de esto. Realmente quiero hacer algo, pero no sé qué. Y ya no puedo ser tan directa como antes, porque me engaño a mi misma y me digo que me da igual. 

Quizá sólo hablo directamente contigo Charlie. Quizá sólo tu eres mi amigo... porque después de todo, no existes.Pero no importa, siempre te querré, a ti y a los otros, aunque no estén para mí. 

Con amor siempre, Ana.

5 comentarios:

  1. Es un texto muy bonito, me ha gustado.
    Un saludo y por aquí me quedo!

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  2. Auch. Annie, cariño, tiene arreglo. Quizá no puedas recuperar a los viejos, pero siempre puedes hacer nuevos amigos. Eres muy agradable e interesante y todo eso, si te lo propones no tendrás problema (:

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  3. @AnaM. Muchas gracias. Espero que te sientas cómoda en éste país y que consigas sentirte en casa :)

    @Abbie: ¿Crees que tiene arreglo? Soy interesante para ti, porque compartimos gustos y así, pero no para los demás. Ya veré, a lo mejor en un futuro me encuentre bien.

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  4. Tal vez recuperarlos lleve un tiempo,pero es posible.Aunque también puedes hacer amigos nuevos! Como dice Abbie sos muy interesante y agradable.
    Tal vez con una simple conversación se arregle.A mí me paso con una amiga hace poco y ya estamos recuperando la conección;) Podes hablarles vos y decirles abiertamente lo que sentís y preguntarles si tiene arreglo.
    Vas a ver que todo va a salir bien,sos muy copada;)
    Besos!

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  5. Me encanta tu texto y el ultimo parrafo, yo tambien me siento asi.
    Escribes muy bien me encanta. =)

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Escúpelo, que dentro te hace daño.