Sabía que la vida era corta como para preocuparse o sufrir;
sin embargo no podía evitarlo y a menudo se derrumbaba en llanto.
Y es que, realmente amaba a la vida, que sabía que tenía que aprovecharla.
Sabía que tenía que hacer cosas que la complacieran a sí misma;
sin embargo, no lo hacía y a menudo se derrumbaba en llanto.
Amaba a la vida, la amaba tanto, que un día no pudo más.
Sabía que perdía, que rechazaba toda posibilidad de vivir;
sin embargo, tomó una navaja y se derrumbó por última vez en llanto.
me ha gustado ese contraste, a veces me siento así, querer dejarlo todo pero siempre hay cosas que nos unen a ella...
ResponderEliminarLos relatos depre no son lo mío, pero me chiflan las cosas con rima. Me gustó mucho, tengo debilidad por las polaridades e ironías c:
ResponderEliminarHola Ana c:
ResponderEliminarMuy bueno el escrito, con ese tono triste que muy a menudo acompaña tus relatos, me gustó..
Besos :3
Me gusta porque es bastante irónico!
ResponderEliminarUn beso Ana! :)
Un muy buen texto con final triste y angustioso pero con gran ritmo que lo hace muy legible. Estaré pendiente de los próximos.
ResponderEliminarBesos,
Abel