12.07.2014

Blah blah blah

Escuché que a él le gusta alguien más.
Me encantaría poder decir que no sentí como si me hubiesen enterrado una daga en el estómago. Bueno, supongo que la daga en el estómago, debe doler muchísimo, aunque no de la misma forma en que me dolió saber que hay alguien más.
Esta vez pensé que era posible, creí ver señales, creí escuchar comentarios... Pensé que había algo, una chispita, no sé, algo pequeñito que podía crecer poco a poco. Quizá es que estoy desesperada, que me muero por experimentar el enamoramiento y lo que muchos denominan amor. Quiero vivirlo. Tengo miedo de morir y no haberme enamorado. Probablemente sea un pensamiento de niña, probablemente no. No tengo idea ni quiero tenerla.
Aceptar abiertamente que él me atrae complicaría más las cosas. No quiero eso. No quiero sufrir por ella, volvería a tener esos pensamientos enfermos que están abriéndose paso justo ahora dentro de mi pensamiento: ella es mejor, más bonita, delgada... Pero mierda, esto es fastidioso, así que lo diré de una buena vez. Creo que es tiempo de darme un poco más de crédito: soy bonita, inteligente, graciosa, un ejemplar único en el mundo. A alguien debo gustarle, ¿cierto? Alguien, algún día, me va a querer por lo que soy. Por todo. La cosa es que quiero que él sea esa persona, ésa persona que vea algo en mí...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escúpelo, que dentro te hace daño.