10.14.2011

La ciudad en mi mente



A veces viajo por las calles de Londres, en plena madrugada.
Estoy cubierta de un largo y grueso abrigo negro, de gigantes botones.
Llevo un gorro en el cabello, que cubre mis orejas;
una bufanda larga de color sangre, que protege mi cuello y pecho de un buen resfriado.
Estoy comoda caminando allí, escuchando el sonido de mis botas contra el asfalto.
Me siento bien.
Respiro profundamente llenando mis pulmones de aire frío.
Caminar en Londres se siente bien, es un buen lugar para escapar.
Un chico con un sombrero antiguo se acerca y me sonríe,
inspira confianza.
Sé que lo conozco, que es especial,
que es solo mío.
Me agrada ese chico, es como si estuviesemos destinados a estar juntos.
Entonces él se desvanece, el asfalto también...
ya no hay frío, ni abrigo que me proteja...
Vuelvo a la realidad.

1 comentario:

  1. ¿Será de alguna vida pasada? Quién sabe, en el mundo del sueño y la imaginación todo el posible. Ansío caminar por esas mismas calles.

    Me encantó lo que has escrito. Que estés bien.

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Escúpelo, que dentro te hace daño.