6.06.2012

Cadenas invisibles


Lisa quería moverse, pero las cadenas la sujetaban fuertemente. Sí, las cadenas eran flexibles y se alargaban dependiendo de la distancia que Lisa recorriera, pero siempre la mantenían atada, privándola de su libertad.

Lisa siempre quiso encontrar a alguien que fuese lo suficientemente inteligente para burlar sus ataduras, pero nunca lo encontró. Buscó durante años, durante toda su vida. En religiones, creencias, culturas, diferentes familias, diferentes amigos, diferentes ciudades.

Jamás encontró a ese alguien.

Mucho tiempo había transcurrido desde que Lisa había notado las cadenas por primera vez. También, había transcurrido mucho tiempo desde que comenzara a buscar a su libertador. En realidad, Lisa ya había cumplido más de ocho décadas de edad.

Lisa no quería rendirse y mientras pensaba, una y otra vez en cómo encontrar a su libertador, se le ocurrió una brillante idea: quizá sólo ella tenía el poder para deshacerse de aquellas terribles cadenas.

Lisa meditó esa posibilidad durante varios meses y cuando se decidió a intentarlo, pensó que ya era demasiado tarde. Incluso con ese depresivo pensamiento en la mente, Lisa intentó romper las cadenas.

Fue tanta su emoción cuando logró quitárselas de encima que murió de felicidad.

Y las cadenas, apenas transcurrieron unos segundos, volvieron a forjarse como por arte de magia, pero ahora en otras nuevas almas. Pasarían al menos una década y media, hasta que esas almas pudiesen notar las cadenas... y pasarían muchos años buscando cómo deshacerse de ellas...

Y aquellas cadenas invisibles, se llamaban sociedad

7 comentarios:

  1. Esas encantadoras cadenas. Seguramente, cuando notaron la edad avanzada de Lisa se volvieron más feroces. Suelen hacerlo

    (Muy buena tu analogía. Es demasiado agradable leerla)

    ResponderEliminar
  2. Anónimo18:36:00

    Me divierte leerte, te espero por mi blog. Besos

    ResponderEliminar
  3. Ashh.. malditas cadenas u.u
    Me pareció muy bueno y acertado lo que escribiste. Lo que tardemos en darnos cuenta, y después tratando de liberarnos.. dstg.. es triste :/

    Besos Ana :3

    ResponderEliminar
  4. Pobre Lisa.Esto es triste pero cierto,agg malditas cadenas.
    Besos:)

    ResponderEliminar
  5. Wow, annie. Lo amé, puedo robarte un trozo para el gadget de los fragmentos? :3

    ResponderEliminar
  6. Está precioso, en verdad me ha llegado profundamente porque siento que vivo constantemente tratando de que esas cadenas no me agarren y si lo hacen sacármelas lueguito :)

    cuidate, xo.

    ResponderEliminar
  7. omg, es la primera vez que paso por tu blog.. bueno, hace poquitísimo me uní a esto de los blogs jeje, pero, de verdad, está hermoso y muy acertado, me encanto ♥

    ResponderEliminar

Escúpelo, que dentro te hace daño.