Querido amigo:
Debo admitirlo. He estado pensando en huir.
Debo admitirlo. He estado pensando en huir.
Tomar
la mochila, unas cuantas monedas y simplemente caminar. ¿Para qué quedarme aquí
sin hacer nada? No importa si la vida es larga o corta, de cualquier forma hay
que vivirla y no desperdiciarla. Sí, quiero largarme ahora y comenzar a viajar,
conocer lugares y personas –tendré que mandar muy lejos a la timidez-, tener nuevas
experiencias, participar.
En
noches como ésta, respiro profundamente y dejo que mis pulmones se llenen de
esa ilusión y esperanza, de ése aire fresco poco frecuente. Quiero llorar,
porque tengo esperanza. Quiero llorar, porque quiero vivir y aun así, sigo
aquí.
Pero
supongo que podré hacerlo en algún momento, sólo necesito deshacerme de estos
fuertes amarres.
Algún
día.
Adiós.
Algún día te irás,lo sé.
ResponderEliminar