Querido Muggle:
A veces me pregunto porqué me gusta tanto ésta saga. Su historia, sus personajes, el universo, la forma en que J. K. escribió, todo lo hace bastante hermoso. No imagino una vida sin Harry Potter. Espero que, si llego a sobrevivir, pueda continuar al tanto de las noticias, de las relecturas y todo lo que se relacione con estos libros, que fueron los primeros que amé.
Probablemente lo encuentres estúpido, pero en el pasado temí no sobrevivir y solo esperé a que saliera el último libro. De ahí me sostuve. Tienes que leer el último libro, tienes que vivir hasta haber acabado la saga entera. Y cuando el último libro llegó, me aferré a las películas. Y creo que, junto con otras cosas, me armé de valor para aguantar y sobrevivir unos cuantos años. Aún sigo aquí, un poco perdida o incompleta, no lo sé... Vaya a donde vaya (a menos que no esté en mis manos) llevaré siempre a Harry Potter, porque fue lo que le dio un poquito de sentido a mi vida durante algún tiempo.
Esta es mi última carta. No sé si volveré a escribirte. No sé si seré capaz de continuar hablándote de muchas otras cosas de mi universo. Un universo que era tuyo también, pero que has decidido olvidar. Espero que, como yo, recuerdes con cariño aquellas tardes cuando, después de llegar del trabajo, me contabas los libros, porque siempre te asegurabas de ser la primera en leerlos. Eras un poco egoísta, competitiva o algo... no sé qué era lo que te hacía ser así. Sin embargo, disfruté todo eso y ahora me doy cuenta de que fueron momentos muy bonitos que no volverán a repetirse. Ésa es la razón por la que Harry Potter es importante. Me acercó un poco más a ti. Desgraciadamente, ahora al hablarte sobre algo relacionado con la saga o J. K., me diriges una mirada que yo siento, es burlona, amarga y fría. Hemos perdido eso. Estoy triste por ello y feliz, porque al menos lo tuvimos.
Nos veremos en ésta vida. O en otra, quizá.
Probablemente lo encuentres estúpido, pero en el pasado temí no sobrevivir y solo esperé a que saliera el último libro. De ahí me sostuve. Tienes que leer el último libro, tienes que vivir hasta haber acabado la saga entera. Y cuando el último libro llegó, me aferré a las películas. Y creo que, junto con otras cosas, me armé de valor para aguantar y sobrevivir unos cuantos años. Aún sigo aquí, un poco perdida o incompleta, no lo sé... Vaya a donde vaya (a menos que no esté en mis manos) llevaré siempre a Harry Potter, porque fue lo que le dio un poquito de sentido a mi vida durante algún tiempo.
Esta es mi última carta. No sé si volveré a escribirte. No sé si seré capaz de continuar hablándote de muchas otras cosas de mi universo. Un universo que era tuyo también, pero que has decidido olvidar. Espero que, como yo, recuerdes con cariño aquellas tardes cuando, después de llegar del trabajo, me contabas los libros, porque siempre te asegurabas de ser la primera en leerlos. Eras un poco egoísta, competitiva o algo... no sé qué era lo que te hacía ser así. Sin embargo, disfruté todo eso y ahora me doy cuenta de que fueron momentos muy bonitos que no volverán a repetirse. Ésa es la razón por la que Harry Potter es importante. Me acercó un poco más a ti. Desgraciadamente, ahora al hablarte sobre algo relacionado con la saga o J. K., me diriges una mirada que yo siento, es burlona, amarga y fría. Hemos perdido eso. Estoy triste por ello y feliz, porque al menos lo tuvimos.
Nos veremos en ésta vida. O en otra, quizá.
Con amor siempre,
Ana.
Tenía el mismo sentimiento que tú en mis años de adolescente depresiva y con el inminente fin del mundo xD: "tengo que vivir para conocer el final de HP" y luego "tengo que vivir para ver eso en el cine". Ahora es "tengo que vivir para ir al parque temático y a los estudios en Londres".
ResponderEliminar