3.02.2013

Febrero, loco; Marzo, otro poco.

En un lugar donde en primavera y verano hace demasiado calor, cualquier ráfaga de viento fresco representa un cambio en el estado del tiempo. Por eso mismo, me atrevo a decir que aquél día era bastante helado. Cuando ella salió de casa y caminó hacia la universidad, se topó con personas usando abrigos, bufandas y guantes. Pero ella no tenía nada de eso, porque aunque le gustaban esas cosas, jamás tenía dinero para comprarlas (pues siempre había algo más qué comprar). 
En fin, que caminaba a paso medio. Los dedos se le congelaban, pero se sentía bien. Merodeó por las calles hasta llegar a su destino y pensó en muchas cosas, sin poder ordenar nada en su mente. 
Cuando salió de clases y regresó a casa, notó que el cielo ya estaba claro y el sol, que hasta ése momento había parecido ser inexistente, despidió sus rayos cálidos sobre la pequeña ciudad.
Qué loco estaba el clima. 
En casa siempre decían: Febrero, loco; Marzo, otro poco. 
Era cierto. En Febrero y Marzo el clima siempre cambiaba. Calidez y frialdad, calidez y frialdad. Lluvia. Viento. Lluvia y viento. Sol. Sol y viento. Viento, sol, lluvia... 
Fue en ese momento, cuando ella se percató, de cuánto se parecían al clima de Febrero y Marzo.
Febrero y Marzo, locos. Ana, otro poco. 

3 comentarios:

  1. me encantó. es precioso y tienes razón, aquí febrero o te congelas o te asas

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  2. Me encantan tus descripciones <3

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  3. Hola Ana!

    Jeje, muy bueno el escrito :)

    Y me gustó el cambio del blog, más simple. ^^

    Besos :3

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Escúpelo, que dentro te hace daño.