Hoy, mientras estábamos en nuestra hora de comida en el trabajo (universidad), una alumna subió las escaleras y vio a Venus. En seguida, su rostro cambió y empezó a decir que cómo era posible tener un gato asqueroso acostado en el mueble, que era un foco de infección; claro, no faltó la clásica expresión del "¡Qué asco!". Las cosas que cruzaron por mi mente en ese momento se volvieron una explosión. Tenía unas ganas increíbles de decirle: tú das más asco. O quizá algo como "suerte que esos muebles no son para que tú te sientes". Lo que hice fue salirme de la sala de espera, que por cierto, es de maestros y no de alumnos. Preferí largarme de allí antes de hacer algún comentario sarcástico que pudiera resultar ofensivo para una persona como ella. Después, me la topé en las escaleras y me dieron ganas de tirarla, de hacerle burla rociando un poco de desinfectante encima de ella y cosas así; probablemente todas las opciones siendo muy inmaduras. Pero qué ganas, gente. ¡Qué ganas de azotarla! Lo peor fue que al volver a la sala de espera, me encontré con la noticia de que la alumna le tomó fotos a Venus.
El malestar, el miedo, la tristeza, la rabia... >_____< Entiendo que no te gusten los animales, ¿pero que te pongas así? Estamos seguros de que la alumna denunciará esto, que se quejará de que tenemos un gato en las oficinas de la universidad y de que probablemente nos prohiban tener a Venus. Lo que más me preocupa es que esta gatita sufra, que no tenga un hogar definido.
Solo espero, de todo corazón, que todos mis pensamientos sean solo una maraña de imaginaciones turbias que jamás se vuelvan realidad.
Esperemos que tal cosa no pase. Entiendo que a uno no le gusten los animales y todo eso, pero bueno u___u No quiero decir mucho porque no conozco a la susodicha ni la situación en su contexto, pero al menos deseo que Venus encuentre un hogar, estoy segura de que alguien querrá acogerla, pero sería muy cruel dejarla en la calle u_____u
ResponderEliminarÁnimo.
Gracias, S.
EliminarAfortunadamente Venus anda dando lata por los pasillos de la universidad. Y espero que, aunque a los alumnos no les agrade, sean lo suficientemente humanos para ignorarla y no causarle daño alguno.