Hanny se divierte mientras
desayuna. Ríe a mandíbula abierta, gozando de la felicidad y disfrutando de la
compañía de sus amigos. Se siente tan bien, infinita y feliz. La risa es tan
fuerte que el estómago comienza a dolerle y ella se dobla, con la cabeza
ladeada sobre la superficie fría del cristal de la mesa. Las lágrimas se
escurren sobre sus mejillas, tan potente es la diversión.
Entonces emite un suspiro del
alma, un suspiro que le hace ver la realidad y sólo la realidad.
Está sola. No tiene amigos. Sólo
existen dentro de su cabeza.
Las lágrimas se convierten en
divina tristeza salida de su alma, pura y atormentada.
Sus amigos sólo existen en su
mente, incorpóreos, fantasmales.
Está sola.
sublime, me gusto.... ¿Habrá continuación?
ResponderEliminarQue triste..
ResponderEliminarBesos :3
Muy bueno. El título ya me traía sospechas...
ResponderEliminarSe sienten infinitos :3
ResponderEliminarAy, pobre chica... :(
Esto ya me pasó una vez, y te lo conté ¿no? Sí, creo que lo hice. Pero hale, que se que las misma llevamos, queridina xD.
ResponderEliminar(por cierto, tu a veces, también apareces en mi mesa)
Uy... mal rollito. Pero me ha gustado mucho como escribes! :D
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