Dear Muggle (4): Gringotts

Dear Muggle:

Mañana es el aniversario de la batalla de Hogwarts. Dios, creo que mañana me tomaré el día. Debería ser día festivo para todos nosotros los potterheads. De esa forma podríamos releer la batalla, llorar por la destrucción de nuestro hogar y luchar varita en mano contra los mortífagos. Bueno, yo me dedicaría exclusivamente a salvarle las espaldas a Draco, porque Draco es amor. 

Vale, ya sé que me estoy yendo hacia otro rumbo. Antes de comenzar a hablar del tema que nos importa, quiero pedirte disculpas por no haberte escrito en un largo periodo de tiempo. Perdóname, por favor. ¡Te lo ruego! 

Hoy vengo a hablarte sobre el Banco Gringotts y, por supuesto, mi escena favorita que sucede en él. Realmente me gusta mucho todas las escenas en el banco dentro de la segunda parte de las Reliquias de la Muerte. Y es que ese escenario es increíble. Durante la Piedra Filosofal logramos verlo un poco, pero en ésta realmente entramos a las cámaras de alta seguridad y vemos a un dragón. Ah, ése dragón era amor también. Me sentí tan mal por él, porque no debía ser usado así. No debían maltratarlo. ¡Eso no es de humanos! Y asjhdfjshdfjhsl ésa escena en la que el tríolibera al dragón y él extiende sus alas probando la libertad. Muy emocionante, dinámica, deliciosa... 

Bueno, querido muggle, debo ir a tomar un baño porque son la una de la tarde y yo aún sigo frente al ordenador. No creas que llevo toda la noche aquí. No, es que me levanté temprano porque debía inscribir mis nuevas materias de la estúpida universidad muggle. Por supuesto, aproveché el momento para venir a disfrutar de mis vicios. 

De cualquier forma, estoy segura de que te escribiré pronto. 

Con amor siempre, Ana.