¡Peligro! Podéis morir de ternura

La la la la... Pues el aviso está y si han venido, permítanme hacerles una reverencia -se inclina-. ¡Qué valor para enfrentarse a la muerte! Los felicito, esto no lo hace cualquiera... Ayer, la primera mamá humana de mi Rayadita, me pasó estas imágenes tiernísimas de mi bufona minina cuando era una cosita pequeñita y adorable. Ahora es una cosa adorable, bufona, malencarada y enfurruñada, pero acá se le quiere con toda esa neurosis que despide al ver a los otros mininos. Bueno, olvidemos las palabras, que no se necesitan con tanta ternura. ¡Mirad, mirad!

Y esa bola de pelo gris con rayas oscuras, se convirtió en ésta chulada traviesa... que gusta de treparse a todos lados. 

Y que también le da besitos a mis posters. Jéh. 

Y en otras noticias, ésta tarde me he quedado dormidita en el mueble y otra bola de pelos ha venido a acompañarme. Muy cómodo, se ha dormido sobre mí. Al despertar, me tomé unas fotos para capturar tal momento épico y ¡oh, sorpresa!, ya me habían tomado unas cuantas. 

¿Siguen con vida? Ay, ya sé, ése título fue un intento tonto para llamar la atención. Jolé.

Besazos, gente preciosa.